
Diego Armando Maradona
La dieta que mató a Maradona: cerveza con tranquilizantes y sándwiches para desayunar
Descuidos en la alimentación y falta de control médico revelan nuevas claves sobre el estado del astro argentino antes de su fallecimiento.
Más información: El corazón de Maradona: un misterio revelado y clave en el juicio por su muerte
Un juicio que busca esclarecer las circunstancias en torno a la muerte de Diego Armando Maradona ha revelado detalles alarmantes sobre el descuido en su atención médica y, en particular, sobre su alimentación en sus últimos días de vida.
Según las declaraciones en el proceso judicial, el astro argentino recibió un peligroso cóctel matutino que incluía cerveza mezclada con tranquilizantes, un hábito que, sumado a la falta de un control profesional adecuado, pudo haber sido determinante en su trágico desenlace.
Mario Baudry, abogado y pareja de Verónica Ojeda, reveló en el juicio detalles sobre lo que le daban de desayunar a Maradona antes de su fallecimiento.
Lejos de un régimen adecuado para su delicado estado de salud, el exfutbolista comenzaba el día con sándwiches de jamón y cerveza Corona mezclada con Alplax, un ansiolítico.
Esta combinación de alcohol y sedantes provocaba que Maradona permaneciera en un estado de letargo continuo, sin capacidad para tomar decisiones coherentes.
"Si Maradona hubiera estado en la casa más humilde de cualquier argentino que le hubiera tenido un poco de cariño, hoy estaba vivo porque se salvaba", declaró Baudry, asegurando que, con un simple desayuno saludable y atención médica adecuada, su vida podría haberse prolongado.

Diego Armando Maradona, junto a Leopoldo Luque, en la primera fotografía tras su operación
El deterioro de su estado físico y mental era evidente en sus últimos días. Su consumo excesivo de medicamentos y alcohol era un factor preocupante que no fue atendido con la seriedad necesaria.
Se sabe que, en sus últimos tiempos, Maradona llegó a ingerir hasta 30 comprimidos de Alplax al día, una dosis capaz de inducir un coma en una persona común, pero que en su organismo, debido a su tolerancia desarrollada, solo generaba un estado de sopor.
Las sospechas de negligencia
El juicio también está sacando a la luz las contradicciones y la falta de responsabilidad en el entorno del exjugador. Su equipo médico, encabezado por Leopoldo Luque y la psiquiatra Agustina Cosachov, ha sido duramente cuestionado por la falta de un control efectivo sobre su tratamiento y la ausencia de un monitoreo adecuado.
La ausencia de un desfibrilador en la casa donde Maradona pasó sus últimos días y la carencia de un médico permanente han sido factores clave en la investigación.
Además, según los testimonios, el entorno del exfutbolista evitaba que personas externas, como sus familiares más cercanos, tuvieran acceso a él. Verónica Ojeda, madre de uno de sus hijos, tenía grandes dificultades para visitarlo y conocer su estado real.
Esto ha alimentado las sospechas de que el entorno que lo rodeaba actuaba más con intención de controlar sus decisiones que de proteger su salud.
Las grandes dudas
Uno de los puntos clave que el juicio debe aclarar es si hubo negligencia médica en la atención de Maradona. Aunque él mismo se negaba a una internación, su estado de salud exigía un monitoreo profesional que nunca tuvo en su casa de Tigre.
La ausencia de personal capacitado y la falta de un seguimiento adecuado podrían constituir elementos de mala praxis.
Otro interrogante pendiente es cuándo la fiscalía tomará decisiones respecto a los profesionales involucrados en el tratamiento del exfutbolista.
Se espera que los fiscales Laura Capra, Cosme Irribarren y Patricio Ferrari definan si imputarán formalmente a los responsables, lo que podría derivar en un juicio con graves consecuencias para el equipo médico.
La razón por la cual Maradona fue llevado a la casa de Tigre en lugar de permanecer en una institución de salud también es un tema de discusión. Mientras que sus médicos recomendaban una internación con controles estrictos, su familia optó por la vivienda en el barrio San Andrés, una decisión que podría haber comprometido su bienestar.

La foto inédita de Maradona en su lecho de muerte mostrada en el juicio
Las declaraciones de los enfermeros también han generado dudas. En un principio, algunos informes indicaban que Maradona había sido controlado regularmente, pero luego se descubrió que ciertos registros habían sido alterados.
Esto ha puesto en tela de juicio la veracidad de la atención recibida y el nivel de profesionalismo de su equipo de salud.
Otro punto de discusión es la responsabilidad de Luque y Cosachov en la administración de su tratamiento. Aunque eran los encargados de su salud, Maradona tenía acceso ilimitado a la medicación y la consumía sin control.
Se investiga si hubo negligencia en la dosificación de los medicamentos y si la falta de un tratamiento adecuado contribuyó a su deterioro final.
Finalmente, se analiza la razón por la cual no hubo un médico presente durante el fin de semana en que Maradona falleció. En un paciente con antecedentes tan delicados, la ausencia de un profesional sanitario podría haber sido determinante.
La justicia deberá evaluar si esto constituye una negligencia grave y si hubo omisiones que pudieron haber cambiado el destino del exfutbolista.
La investigación sigue su curso y la justicia argentina enfrenta un proceso complejo en el que se determinará si la muerte de Maradona fue consecuencia de decisiones erradas, negligencia médica o un descuido intencional por parte de su círculo cercano.
Mientras tanto, los testimonios continúan revelando aspectos impactantes sobre los últimos días del máximo ídolo del fútbol argentino.