Luceño, este miércoles.

Luceño, este miércoles.

Tribunales CASO MASCARILLAS

Luceño declara que no informó al Ayuntamiento de su comisión: "Pero también quería ayudar, soy de familia sanitaria"

El empresario enfrenta una petición de 15 años de cárcel por la supuesta estafa al Ayuntamiento de Madrid, al que vendió los productos sanitarios.

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Alberto Luceño ha declarado este miércoles como acusado en el juicio del caso Mascarillas. El empresario se enfrenta a 15 años de cárcel por, supuestamente, haber estafado al Ayuntamiento de Madrid en una venta de material sanitario al inicio de la pandemia de la Covid-19.

Durante su interrogatorio, Luceño ha admitido que no comunicó al consistorio que pretendía cobrar abultadas comisiones por esta operación. Ahora bien, ha justificado que su intención también fue la de "ayudar". "Vengo de familia sanitaria", se ha defendido, a preguntas del fiscal.

"Nunca me lo preguntó", ha señalado sobre su conversación con Elena Collado, funcionaria municipal encargada de cerrar esta compa por parte del Ayuntamiento. "Nunca se lo dije, no voy diciendo lo que se gana. Yo ni siquiera sabía lo que se me iba a retribuir. (...) Sólo lo sé cuando se materializa la información. Ahí, el vendedor, que es el que me paga la comisión, lo decide", ha señalado.

Interrogado por la Fiscalía, Luceño ha definido su rol en esta operación como de un "transmisor de información" entre la empresa proveedora del material sanitario, la compañía malaya Leno, y el comprador, el Ayuntamiento de Madrid.

"El precio se fija entre el comprador, que propone, y el vendedor, que es el que debe aceptar el precio; uno propone y el otro dispone, como al comprar una casa", ha manifestado Luceño, que también ha recalcado que él es "agente de venta" de Leno.

Ahora bien, también ha reconocido que no comunicó esta condición a Collado durante sus conversaciones, ante la que se definió a sí mismo como "una persona que ayuda y dona". Una parte de las mascarillas, unas 200.000 unidades, fueron donadas por ambos empresarios al Ayuntamiento. 

El consistorio pagó 11 millones de euros por la compra de mascarillas, test contra la Covid-19 y guantes, aunque una parte de lo abonado por estos últimos tuvo que ser devuelto después de que el Ayuntamiento se quejara de que no cumplían las especificaciones pactadas.

De esos once millones, aproximadamente seis acabaron en los bolsillos de Luceño y de Medina. Especialmente, del primo, que cobró una comisión de unos cinco millones de euros.

Asimismo, Luceño ha declarado ante el tribunal que su socio era necesario para que se completara la operación de compraventa. De hecho, como él mismo ha reconocido, su conversación con Collado no comienza hasta la noche del 22 de marzo de 2020, cuando al funcionaria ya había hablado con Medina.

"Me pongo a su disposición y nos manda un cuadro con 37 artículos que necesitaban. Y nos centramos en las mascarillas, guantes y test", ha precisado. "Yo hasta el 22 de marzo no existo", ha subrayado.

"Si hubiera pretendido estafar, hubiera ofrecido los 26 artículos del cuadro de suministros. Hubiera ganado mucho más. Él [Medina] es el facilitador; sin él no hay negocio y por eso cobra. Es el primero que se pone en contacto con el Ayuntamiento. La garantía era tener una persona de confianza", ha manifestado sobre su socio, también acusado.