Menos regulación, y más efectiva. Eso es lo que piden los diferentes estamentos del sector financiero español para que bancos, fintech, insurtech y entidades de crédito al consumo europeas puedan competir globalmente en igualdad de condiciones, y que las financieras americanas o asiáticas no les saquen tanta ventaja.

"Hay que simplificar todo, hacer una normativa más ágil, más orientada a resultados y basada en principios, frente a la actual regulación, que tiene un enorme sobrecoste en incertidumbre para las entidades", ha alertado Arturo González Mac Dowell, presidente de la Asociación Española de Fintech e Insurtech (AEFI), en el V Observatorio de las Finanzas de EL ESPAÑOL e Invertia.

Lo cierto es que "hay sobrerregulación, y en Bruselas el legislador se ha dado cuenta. Las empresas europeas, no sólo las financieras, para ser competitivas en un mercado global, tienen que tener libertad de acción y adaptación al mercado. No se trata de que estén sin regular, sino de que haya una simplificación operativa", ha añadido Ignacio Pla, secretario general de la Asociación Nacional de Establecimientos Financieros de Crédito (ASNEF).

Al margen de la regulación, las entidades financieras de nuestro país abordan diferentes retos, desde la sostenibilidad hasta el crecimiento inorgánico.

En cuanto a la banca, y en pleno proceso de opa hostil de BBVA sobre Banco Sabadell, Mónica Melle, profesora titular de Economía Financiera de la Universidad Complutense de Madrid, ha señalado que "los retos geopolíticos a los que nos enfrentamos nos hacen tener que buscar más eficiencia y campeones bancarios europeos, ya no sólo españoles".

En su opinión, con una década de Unión Bancaria europea a nuestras espaldas, los bancos del Viejo Continente han hecho los deberes y son más resilientes que en la gran crisis financiera mundial de 2008. Además, "en los próximos test de riesgo climático [auspiciados por el BCE], la banca española va a salir con un riesgo bajo o bajo-moderado".

Con todo, Melle ha puesto sobre la mesa uno de los grandes temas pendientes del sector: "Queda el pilar del fondo de garantía de depósitos europeo. Hasta que no se complete, aún habrá cierto riesgo en la banca", ha dejado caer.

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En paralelo, la industria de financiación al consumo "goza de buena salud, y así va a seguir en el medio y largo plazo mientras la economía siga fuerte, porque el crédito al consumo va ligado a la economía del país", ha recordado Pla, de ASNEF.

"Nos hemos convertido en el financiador de la economía real de país, cuando una familia quiere comprar un vehículo, hacer un viaje o renovar la cocina". Tanto es así, que el sector está entrando en la financiación de placas solares para autoconsumo energético, por ejemplo, "ayudando a construir una economía y un día a día más sostenible".

De su lado, en el mundo más tecnológico se quejan de la falta de unicornios patrios, esto es, startups españolas, financieras o no, cuya valoración supere los 1.000 millones de euros.

"Hay que buscar las explicaciones. Y una está en el capital riesgo. En España, aunque el capital riesgo ha evolucionado mucho, aún le falta mucho trecho para equipararse a otros países europeos. Suecia, con una quinta parte de la población española, sí tiene muchos más unicornios que nosotros. Y se debe a la mayor madurez del capital riesgo", ha comparado Mac Dowell, de AEFI.