
Zakhar Kalashov (Shakro).
La historia del mafioso georgiano Zakhar Kalashov (Shakro), un viejo conocido en España y Marbella
Ha estado varios años en la cárcel pero sigue en la cúpula de estas organizaciones criminales. Un heredero del mayor clan de la mafia turca, en Torremolinos.
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Vuelve a la actualidad el número 1 de la mafia rusa desde el asesinato con un disparo de un rifle francotirador en 2013 del padrino Aslan Usoyan cuando salía de su restaurante favorito de Moscú. Se trata del georgiano Zakhar Kalashov (Shakro), un viejo conocido para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad españoles.
Este Vor v zakone (máximo líder en el crimen organizado con influencia rusa), que fue detenido en Marbella en 2010 y que junto al otro mafioso Tariel Oniani intentó que Lukoil, el gigante de petróleo ruso, abriera 150 gasolineras en España, ha vuelto a tener problemas con la justicia.
Los tuvo primero en la Unión Soviética desde finales de los 70. Después en su país de origen, donde fue condenado en 2006 por un juzgado de Tbilisi a 9 años de cárcel por ser líder de un clan mafioso y 12 años por un secuestro. Posteriormente los tuvo en España tras ser condenado en el Tribunal Supremo a 9 años de cárcel por un delito de blanqueo de capitales, entre otras cosas, por intentar lavar dinero de sus casinos en Moscú en la Costa del Sol con promotoras de construcción. Kalashov se adelantó en su tiempo a la falta de vivienda en España y quiso construir en Nueva Andalucía (Marbella) o Benalmádena.

En Rusia tiene un listado de antecedentes penales más largo que el Lute, lugar donde regresó en 2014 tras ser expulsado de España porque había cumplido tres cuartas partes de la condena.
En 2018 un Tribunal del distrito Nikúlinski le condenó por ser el mayor capo de la mafia rusa y eso que cuando regresó la última vez a Rusia lo llevaron a una sede del Ministerio del Interior en Moscú para leerle la cartilla, porque Putin en esta última década ha intentado limitar el poder de su mafia de toda la vida.
Pero Shakro hizo caso omiso y empezó a reunirse con otros jefes para resolver sus problemas. Los egos entre mafiosos de la esfera exsoviética son para un caso aparte. Cumplió en la cárcel de máxima seguridad en Ust-Labinsk (Krasnodar) su nueva pena de 9 años impuesta en 2018 por un caso de extorsión a hosteleros de Moscú y por un tiroteo con dos muertos. En Ust-Labinsk siguió manteniendo el estatus de líder del hampa ruso y recibió visitas del FSB (servicio secreto) después del inicio de la invasión de Ucrania en 2022.
Los agentes le prometieron una reducción de la condena y otra serie de beneficios si lograba reclutar a criminales para que se enrolaran en el ejército ruso. Hay que recordar que los mafiosos rusos tienen expresamente prohibido colaborar con el Estado, pero Shakro permitió que decenas de miembros de sus filas y de otros clanes participasen en las operaciones militares. Finalmente, se le concedió la libertad condicional el pasado marzo aludiendo la justicia rusa que Shakro sufría de un delicado estado de salud.
Lo trasladaron del penal a la capital moscovita en un vehículo camuflado para que no hubiese imágenes. Tras salir del centro penitenciario, su obsesión fue la de acabar con una guerra interna que le llevaba por el camino de la amargura. Quiso reconciliar a Lasha Shushanashvili y a Tariel Oniani. Mafiosos conocidos en España, pero que desde hace más de una década son enemigos acérrimos.
Ahora Kalashov está de nuevo en la mira de la justicia rusa porque coronó a un nuevo Vor v Zakone. Se trata de Marcel Gasanov, al que condecoró como capo de la región de Sverdlovsk donde se encuentra la ciudad de Ekaretimburgo. Le dio pleno poderes ahí. Esta reunión para certificar como Vory a Gasanov ocurrió en septiembre, pero ese liderazgo le ha durado poco a Gasanov, que fue detenido por una orden del tribunal de esa ciudad precisamente por liderar a un clan mafioso. Algo que le abre un nuevo frente a Kalashov porque el servicio secreto le pidió que se quedase tranquilito.
Movimientos en la Costa del Sol
Un heredero del mayor clan de la mafia turca que ha traficado con heroína en Europa ha publicado imágenes en su Instagram indicando que esta semana ha visitado Torremolinos y ha alquilado un coche de alta gama en la Costa del Sol. Normalmente se mueve entre Barcelona y Turquía. Es un sobrino del capo Hüseyin Baybaşin. Su clan fue señalado tras el asesinato el año pasado en Barcelona del también capo turco Tekin Kartal.

Por otra parte, el Plan Marbella sigue muy activo con fuerte presencia en Puerto Banús y realizando una nueva redada llamativa en el Real Club de Pádel de Marbella. Esta misma semana la Policía Nacional expulsó de España a un miembro británico de los Hells Angels que tenía una orden en vigor de expulsión y que fue localizado en Marbella. Gran parte de los miembros de esa organización en la sede marbellí son británicos.
Hay que recordar que un exmiembro alemán-iraní de esta organización fue tiroteado el pasado enero en Marbella tras compartir una foto en Instagram mientras entrenaba en el gimnasio. Los Hells Angels están en plena guerra en Alemania con los Bandidos, otra organización criminal motera, porque muchos de sus miembros se están pasando a sus filas tras ser declarados ilegales los Bandidos en muchas localidades alemanas tras sentencias judiciales.