La Gran Duquesa, en un retrato oficial.

La Gran Duquesa, en un retrato oficial.

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El último cumpleaños de María Teresa de Luxemburgo como Gran Duquesa: de su origen cubano a su historia de amor

El próximo mes de octubre, Enrique de Luxemburgo dejará el trono en favor de su hijo, el príncipe Guillermo, que iniciará una nueva etapa en la casa ducal.

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Es una de las royals menos conocidas de Europa, la consorte de un pequeño reino que siempre conquista por su naturalidad en sus apariciones públicas, tanto en los actos institucionales de su país como en otras citas internacionales, en viajes de Estado y bodas reales.

Ella es María Teresa Mestre Batista, la Gran Duquesa de Luxemburgo, que este sábado, día 22 de marzo, cumple 69 años y se despide del trono. Su esposo, Enrique de Luxemburgo, abdicará el próximo octubre en favor de su primogénito, el príncipe Guillermo. Entonces será la esposa de este, Stéphanie, quien asumirá el rol de consorte.

"Para la mayoría de los ciudadanos de mi generación ha llegado el momento de dar un paso atrás, de retirarse. Es un proceso natural que tiene su razón de ser y que también se aplica a mí. Durante la última fiesta nacional, anuncié el nombramiento del príncipe Guillermo como lugarteniente-representante. Hoy, a la Gran Duquesa y a mí nos complace anunciar que el príncipe Guillermo y la princesa Stéphanie serán nuestros sucesores a partir del 3 de octubre de 2025", dijo Enrique de Luxemburgo en su anuncio oficial.

Enrique ha posado junto a su esposa para celebrar su cumpleaños.

Enrique ha posado junto a su esposa para celebrar su cumpleaños.

Pero aún quedan unos meses para ese histórico relevo, y María Teresa aprovecha para seguir con sus actividades. Desde hace un tiempo, contesta algunas preguntas a través de su perfil de Instagram, donde acumula más de 50.000 seguidores. En él no solo refleja los eventos de su agenda oficial, que tiene los derechos de las mujeres como una de sus piedras angulares, también comparte momentos personales y familiares.

De origen plebeyo, siempre ha estado muy preocupada por las causas sociales y humanitarias. Es la presidenta de la organización Stand Speak Rise Up', a través de la cual busca poner fin a la violencia sexual contra la población femenina en tiempos de guerra. También trabaja con la UNESCO para luchar contra la pobreza, la educación de las niñas y la promoción de las microfinanzas. Asimismo, en 2007, fue nombrada Defensora Eminente de la Infancia en UNICEF.

María Teresa de Luxemburgo nació en La Habana (Cuba) en 1956, en el seno de una familia acaudalada. Junto a Máxima de Holanda, es una de las representantes latinas de las Casas Reales europeas. Dejó la isla con solo tres años, ya que al triunfar la revolución y llegar Fidel Castro al poder, los Mestre se fueron al exilio. Aun así, habla español a la perfección (y sus hijos también). El primer destino de ese viaje fuera de su tierra natal la llevó a Estados Unidos, luego se trasladaron a España, concretamente a Santander donde también tenían raíces ancestrales, y posteriormente a Suiza para instalarse definitivamente.

Estudió Ciencias Políticas en Ginebra y allí conoció a Enrique de Luxemburgo, que cursaba la misma carrera. No era noble, ni tenía sangre real y además era extranjera, algo que no gustó a los padres de él, Juan de Luxemburgo y la duquesa Josefina Carlota. Ambos se opusieron al noviazgo de manera frontal, tanto que el entonces heredero ducal amenazó con renunciar a su derecho al trono si no aceptaban que se casara con ella.

No hubo más remedio y en noviembre de 1980 se anunció el compromiso, para sorpresa de los súbditos, que ni siquiera sabían que Enrique tenía novia. El 10 de febrero de 1981 llegaba la ceremonia civil y el 14, un oportuno día de San Valentín, la boda religiosa en la catedral de Santa María de Luxemburgo. A ella asistieron muchos miembros de la monarquía europea como Margarita de Dinamarca, los reyes Balduino y Fabiola de Bélgica, y la infanta Margarita y su marido en representación de la casa española.

Enrique y María Teresa de Luxemburgo el día de su boda.

Enrique y María Teresa de Luxemburgo el día de su boda. Casa Ducal de Luxemburgo

La novia eligió un elegante vestido nupcial de la casa Balmain, confeccionado en seda natural ribeteado de armiño, con velo de tul e incrustaciones de encaje de Manila. Como joyas, una tiara de diamantes propiedad de su suegra. La Gran Duquesa la había recibido como regalo del gobierno del Congo con motivo de su boda y se la prestó, superadas sus reticencias iniciales al romance. María Teresa también lució unos pendientes de diamantes, obsequio de sus padres.

Han pasado 44 años del "sí, quiero", la pareja subió al trono en el 2000, ha tenido cinco hijos y actualmente son abuelos de ocho nietos. "Me divierto con ellos y les hago hacer todo lo que como madre no me atreví", decía en 2021 en una entrevista para un programa de Univisión. También confesó que le gusta bailar y tocar la guitarra y que lleva sus orígenes cubanos con mucho orgullo.

En 2024, en una entrevista con la revista francesa Gala, la Gran Duquesa hablaba de Enrique de Luxemburgo, el hombre de su vida: "Somos muy diferentes, pero nos complementamos. Recuerdo cuando vi por primera vez a mi futuro esposo, sentí amor a primera vista. Me impresiona ver cuánto puede crecer y evolucionar el amor a lo largo de los años. Ciertamente, en mi matrimonio no todo ha sido un camino largo y tranquilo. Hemos vivido momentos complicados, pero siempre hemos sabido superarlos. Incluso hoy nos necesitamos el uno al otro, como el primer día".

Su título como Gran Duquesa consorte no está previsto en la Constitución del país, pero ella ha sabido darle contenido a sus deberes oficiales, siempre centrada en causas humanitarias y feministas. "Si no me hubiera casado con el Gran Duque, seguramente habría trabajado en este campo. Siempre dije: no se puede vivir con tanto privilegio y no atender los casos más desesperados. Para mí, estos son los niños encarcelados, sin derechos, olvidados en las cárceles africanas, pero también las mujeres víctimas de violación en zonas de conflicto", asegura.

Los Grandes Duques con sus hijos, en 2022.

Los Grandes Duques con sus hijos, en 2022. Gtres

Dentro de su faceta institucional, la imagen de María Teresa también es impecable y muy alabada en lo que a moda se refiere. Le gusta seguir las tendencias y sus looks nunca pasan inadvertidos atreviéndose con estampados, colores vitamina y patrones vanguardistas. Antes de que se despidan del trono, aún veremos a la Gran Duquesa en el Día Nacional de su país, el próximo 23 de junio, y otras actividades institucionales previstas en la hoja de ruta del país.