Árboles caídos tras la borrasca Herminia

Árboles caídos tras la borrasca Herminia Cedida

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Árboles caídos en Vilaboa, Culleredo (A Coruña): la nueva pista de obstáculos para los vecinos

Los troncos que se cayeron con la borrasca Herminia continúan a la espera de su retirada, aunque los más pequeños han sabido sacarle provecho

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Los más pequeños de la calle Luis Seoane, en Vilaboa, están encantados. Desde hace poco más de dos semanas, tienen un nuevo entretenimiento en el barrio: montones de árboles apilados en el césped a los que pueden subirse y jugar. Sin embargo, para los padres es motivo de preocupación.

Con el temporal del pasado mes de febrero, cuando Galicia sufrió una alerta roja a causa de la borrasca Herminia, el viento derribó muchos troncos, que, según los vecinos, "ya estaban sueltos desde hace meses". Así lo indica Tamara, una residente de la zona, que asegura que había advertido al ayuntamiento de que algún día esos árboles acabarían cayendo. Y así ocurrió. De hecho, uno de los troncos cayó justo sobre su coche.

A Coruña fue una de las provincias más afectadas por Herminia. Los vecinos recuerdan cómo, el domingo 26 de enero, los árboles caían en medio de la carretera como si tuvieran vida propia. "Esto está destrozado, todo Vilaboa. El paseo no se puede ni recorrer porque te resbalas, y los ciclistas no pueden circular por culpa del verdín y los baches", asegura Tamara, quien desde su ventana ve cómo los troncos ahora están apilados en el césped junto al parque en el que juega su hijo, esperando ser retirados.

La misma preocupación tiene Celeste, otra vecina: "Los dejaron tirados en la acera, justo al lado de un parque para niños, una cancha de baloncesto... Zonas a las que cuesta acceder". Tamara añade: "No se puede pasar por la acera. Los niños juegan con los árboles y las madres tienen que correr a buscarlos".

Por su parte, el Concello afirma que ya está tramitada la retirada de los troncos con la empresa encargada, por lo que debería ser "inminente". Algo que los vecinos esperan con ansias. "Esto está destrozado. En el paseo no se puede pasear porque te resbalas, y los ciclistas no pueden circular por culpa del verdín y los baches", comentan.

Fuentes municipales explican que, tras el temporal, se procedió a retirar todos los restos que pudieran obstruir la vía pública, y estos se depositaron en la zona verde esperando ser retirados.

Destrozos a vehículos

Entre los árboles que están esperando ser recogidos se encuentra el que destrozó el coche de Tamara. Esta vecina tenía su vehículo aparcado en la calle Luis Seoane, en Vilaboa, cuando las ramas sopladas por el viento cayeron sobre él, dejándolo totalmente siniestro. Tamara sigue esperando cobrar los daños a través de su seguro, al igual que otras personas afectadas ese mismo día.

Coche destruido por la borrasca Herminia

Coche destruido por la borrasca Herminia Cedida

"Hay árboles que parece que se van a volver a caer", afirma Tamara, quien sospecha que el árbol justo enfrente de su terraza no durará mucho más. Los vecinos aseguran que esto ya no es solo culpa del temporal, sino de la sensación de abandono que sienten en su barrio y de la inseguridad de unos árboles que consideran no están bien sujetos.