¿Dónde empieza y dónde acaba realmente Costa da Morte? Así se resuelve el debate histórico

La Costa da Morte hechiza a aquellos viajeros que se atreven a descubrirla. Este escarpado geodestino coruñés, conocido tanto por sus historias de naufragios como por la fuerza indomable de la naturaleza, alberga paisajes que nadie puede imaginar. En este punto de la geografía, los acantilados desafían al viento y las playas se refugia entre dunas y pinares. ¿Te atreves a descubrir este mágico rincón?

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Hay muchos mitos sobre la Costa da Morte, pero sobre todo un debate histórico sobre el inicio y final de esta región costera. Algunas fuentes aseguran que comienza en Arteixo y concluye en Fisterra, mientras otras apuntan que es Malpica de Bergantiños donde comienza la Costa da Morte e incluyen Muros como punto y final del recorrido por esta zona del litoral de A Coruña. 

Es decir, el inicio se sitúa o bien en Arteixo, o bien algo más adelante en Caión, o bien desde las Islas Sisargas en Malpica de Bergantiños, mientras que el final suele debatirse entre Fisterra, Carnota y el monte Louro, ya en Muros.

Los límites de la Costa da Morte

La Costa da Morte, según el área de Turismo de la Diputación de A Coruña, comprende hasta 17 municipios: A Laracha, Carballo, Cabana de Bergantiños, Malpica de Bergantiños, Ponteceso, Laxe, Coristanco, Zas, Vimianzo, Camariñas, Muxía, Dumbría, Mazaricos, Cee, Corcubión, Fisterra y Carnota. Por tanto, Caión sería el Kilómetro 0 y Carnota el cierre del geodestino costero.

Realizamos un recorrido por rincones que merecen una visita, comenzando por A Laracha, uno de los destinos más desconocidos de Galicia. La puerta de entrada a la Costa da Morte alberga lugares tan interesantes como el Santuario dos Milagres, uno de los templos de peregreinación más importantes de la zona. Tampoco nos podemos olvidar del paseo fluvial del río Anllóns de Caión, así como el monasterio medieval de San Pedro de Soandres.

Las playas salvajes de Razo y Baldaio, en Carballo, son perfectas para amantes de los deportes de agua, mientras que los interesados en la cultura megalítica en Galicia tienen la oportunidad de conocer el Dolmen de Dombate o el Castro de Borneiro en Cabana de Bergantiños. Siguiendo este viaje por la Costa da Morte, Malpica y Corme-Porto, en Ponteceso, destacan por su ambiente marinero y gastronomía de lujo protagonizada por productos del mar. 

Más allá de la línea de costa, este escarpado geodestino coruñés esconde destinos de interior que sorprende a aquellos que lo visitan. Es el caso de Coristanco, Zas o Mazaricos, que destacan por sus pazos y rutas de senderismo en entornos fluviales como la Ruta de Auga de Zas. Este camino natural se alarga durante 10 kilómetros para ofrecer al caminante fervenzas, varios molinos y un batán, un castro y un par de aldeas con sus construcciones tradicionales. Suena bien, ¿verdad?

La siguiente parada en esta ruta es Vimianzo. Este pequeño municipio es parada obligatoria por su curioso castillo medieval, que ha sobrevivido a los asaltos irmandiños, y su gran riqueza arqueológica formada por numerosos dólmenes. El callejero de Vimianzo también merece un recorrido, pues descubrirás joyas como el Pazo de Trasariz o el Muíño da Agra, un antiguo molino hidráulico restaurado en 2014 que se encuentra rodeado de una zona de ocio para el disfrute de vecinos y visitantes. 

En una playa de A Coruña, la naturaleza ha convertido la basura en un monumento. Hablamos de la playa de los Cristales de Laxe. A veces no necesitamos viajar al otro punto del planeta para descubrir paisajes singulares, pues la costa coruñesa alberga arenales tan interesantes como el citado arenal que se encuentra enmarcado en la ensenada de Baleeira, rodeada de escarpados acantilados y naturaleza salvaje.

Camariñas, Muxía y Fisterra son los destinos estrella de la Costa da Morte. Son los más conocidos y frecuentados por el turismo nacional y extrajer. Camariñas tiene al emblemático Cabo Vilán, mientras que Muxía alberga el inconfundible Santuario da Virxe da Barca y las Caldeiras do Castro. En tercer lugar, y no por eso menos importante, Fisterra se ha convertido en la etapa final de muchos peregrinos que finalizan el Camino de Santiago. 

Fisterra, conocido como el 'Fin del Mundo' de los romanos, forma parte del Camiño dos Faros, una ruta de senderismo de 200 kilómetros que una Malpica con Fistera por el borde del bar. Es un destino perfecto para amantes del senderismo y de la fotografía, pues la villa alberga varios miradores desde los que capturar bonitas instantáneas del Atlántico. El Mirador de Talón se encuentra al comienzo de Fisterra, mientras que el Mirador de Corbeiro está muy cerca del Castillo de San Carlos, otro punto de interés.

Fisterra no puede entenderse sin su Faro homónimo. Si quieres experimentar una sensación de estupor y verte rodeado sólo por las aguas del océano, acércate al atardecer, cuando el sol se pone. 

Como ya indicamos en párrafos anteriores, Carnota es el último pueblo de la Costa da Morte. Alberga el arenal más extenso de Galica con sus más de 7 kilómetros de punta a punta y también uno de los hórreos más largos de la Comunidad y del mundo, con 37,74 metros. Muy cerca se encuentra el Hórreo de Lira, que lo supera en un par de metros de longitud y que está situado en una zona alta con vistas inmejorables a la playa de Carnota y al Monte Pindo, el Olimpo sagrado de los celtas.

Sin duda, la Costa da Morte merece más de una visita. Es un geodestino lleno de paisajes increíbles y curiosas leyendas que nos permiten comprender las costumbres de la zona.