Esta negatividad también tendría implicaciones relacionadas con traumas.

Esta negatividad también tendría implicaciones relacionadas con traumas. EE

Estados Unidos

Psiquiatra estadounidense revela las causas por las que algunos adultos se niegan a bañarse

Esta acción suele llevarse a cabo por personas que sufren de depresión.

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A pesar de lo lógico y cotidiano que puede resultar la acción de bañarse en todas las personas, lo cierto es que existe una diversidad de adultos que se niegan o sienten disgusto al realizar esta actividad por razones psicologicas que van más allá de una simple preferencia o postura.

De acuerdo con lo revelado por la psiquiatra Lindsay Standeven, perteneciente a Johns Hopkins Medicine, la negativa a bañarse es una conducta común en personas que sufren depresión.

En una entrevista concedida a The New York Times, la experta señala que las dificultades para mantener la higiene personal suelen relacionarse, en este grupo de personas, con una acción que puede provocar fatiga extrema. Incluso, según Standeven, la falta de energía puede volverse insuperable cuando se trata de tomar un baño.

¿Qué otras razones pueden llevar a una persona a no querer bañarse?

Según la experta, la falta de aseo en personas con depresión puede generar vergüenza, lo que se traduce en un ciclo de baja autoestima y síntomas depresivos.

Asimismo, la negativa a bañarse también puede estar relacionada con la percepción de que esta actividad representa una pérdida de tiempo. Esta postura tiene su origen en la idea de que el aseo personal no es una prioridad dentro de su rutina diaria.

Aunado a lo anterior, quienes atraviesan períodos de estrés o agotamiento suelen considerar el baño como una tarea adicional no esencial en comparación con otras responsabilidades laborales o personales. Incluso, según la especialista, hay personas que, al no percibir su cuerpo particularmente sucio, postergan esta acción hasta el punto de considerarla imprescindible.

El psicólogo Borja Quicios señala que la negativa a bañarse también puede estar relacionada con una mala experiencia previa, como una caída o un accidente traumático ocurrido durante la infancia o la adolescencia.

Ablutofobia: temor a bañarse

Además de los factores mencionados, el rechazo a bañarse también puede tener su origen en la ablutofobia. De acuerdo con diversos estudios, este trastorno se refiere a un temor intenso e irracional al acto de bañarse o a cualquier actividad relacionada con la higiene personal.

En los niños, esta afección suele manifestarse entre los 7 y 11 años, lo que puede confundirse con simples reacciones de rebeldía infantil. En adultos, la ablutofobia puede tener consecuencias más graves, afectando la salud, la vida social y el desempeño laboral.

En cuanto a su origen, esta fobia puede deberse a experiencias traumáticas en el pasado o a la observación de esta aversión en figuras familiares durante la infancia. Por ello, se recomienda buscar tratamiento adecuado para minimizar su impacto en la vida cotidiana de quienes la padecen.