Requena ha trabajado como delegado de la Aemet en Aragón desde 2014.

Requena ha trabajado como delegado de la Aemet en Aragón desde 2014. @rrequenab

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El hombre del tiempo de Aragón se jubila: "Con la dana de Valencia, la Aemet hizo lo que tenía que hacer"

El hasta ahora delegado de la Agencia Estatal de Meteorología en la Comunidad se despide tras 47 años de servicio.

Más información: Nuevas ayudas para los afectados por la dana en Aragón: hasta 228 pueblos podrán solicitarla.

Zaragoza
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Rafael Requena, delegado territorial de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Aragón desde 2014, se jubila. Atrás deja 47 años de trabajo; una carrera que comenzó con 18 años y que le ha llevado a convertirse en una auténtica referencia en la Comunidad.

Es la cara a la que todos miraban en caso de inundación, nevadas o incendios forestales y ha vivido momentos tan duros como la riada de Biescas de 1996, un episodio que se le ha quedado grabado para siempre en la retina.

Requena reconoce sentirse "dolido" por todo lo que se está hablando en los últimos días acerca del papel de la Aemet en la dana de Valencia y avisa: "Cuando hay una dana hay que estar siempre muy alerta".

¿Qué siente uno al jubilarse después de 47 años?

Es una sensación extraña. Ahora mismo estoy hablando desde el despacho; desde el ordenador fijo en el que he trabajado todos estos años. Hemos celebrado el traspaso de la cartera al compañero que me sustituye, Arcadio Blasco, y al venir a recoger algunas cosas he sentido una sensación rara al ver que era el último día que estaba aquí.

¿Con cuántos años entró?

Entré con 18 años en el Cuerpo de Observadores de Meteorología del Estado en 1977, hace 48 años. Posteriormente hice las oposiciones de diplomado de Meteorología y luego, las del Cuerpo Superior de Meteorólogos del Estado. A Zaragoza llegué en 1988. Cuando llegué llevaba 10 años en la casa. Mi mujer, que también es de Madrid como yo, se había venido para acá. Entonces nos casamos y ya mis hijos nacieron aquí. Ahora tienen más de 30 años y acabo de ser abuelo.

En estos 47 años he estado en diferentes puestos. También fui delegado en Navarra cuando se creó la Aemet, que no siempre se ha llamado así. El Servicio Meteorológico Nacional pasó a llamarse Instituto Nacional de Meteorología. Fue el nombre que tuvo desde 1978 hasta 2008, durante 30 años. Y ya en el 2008 pasó a llamarse Aemet, Agencia Estatal de Meteorología.

Cuando se creó la Aemet es cuando me ofrecieron el puesto de delegado en Navarra. Estuve ahí casi 5 años y en 2014 ya me vine como delegado a Aragón hasta ahora.

Imagino que si acaba de ser abuelo no hace falta que le pregunte a qué se va a dedicar ahora...

Esa va a ser una actividad más, evidentemente [ríe]. Pero yo voy a seguir. De hecho, este fin de semana voy a Alcañiz a dar unas charlas a una organización agraria. Me han pedido que vaya y voy a hablar sobre tormentas y el tiempo en el Bajo Aragón. Y luego voy a seguir haciendo conferencias, charlas y debates.

Voy a seguir activo en la meteorología, pero ya sin ser el representante o el portavoz de la Aemet en Aragón. A ver si tengo más tiempo para viajar, hacer deporte y leer.

Ha sido el hombre del tiempo de Aragón, la referencia en caso de tormentas, riadas o incendios. ¿Pesaba esa responsabilidad?

Es una labor de servicio. Ha significado estar presente en todas las actividades que había, sobre todo cada vez que se producía alguna inundación, alguna nevada o algún incendio. Hemos tenido muchas historias.

Todo esto, aparte de dirigir el organismo, con los problemas y las carencias de personal que ha habido en el aeropuerto de Zaragoza, en la base aérea o en el aeropuerto de Huesca. También me he encargado de mantener la red de estaciones automáticas y manuales de todo Aragón, Navarra y La Rioja.

"El tiempo es loco, cambiante y todo lo que tú quieras. Y su predicción es complicada más allá de unos pocos días y seguirá siéndolo siempre por esa incertidumbre que hay en las condiciones iniciales"

En la calle no es raro oír aquello de 'qué tiempo más loco'. ¿Es más difícil precedir qué va a pasar ahora que hace 30 años?

Sí y no. Por una parte, los modelos han mejorado bastante. Cuando yo entré, la predicción más allá de un día era muy complicada. Hoy, en cambio, ya se puede hacer una a unos pocos días.

Esa limitación sigue estando presente. Lo que ocurre es que los modelos a corto plazo han mejorado enormemente. Pero claro, durante todos estos años lo que ha surgido, aparte de la predicción del tiempo, es el problema del cambio climático, que es otro tema distinto realmente.

Porque aquí no se trata de saber el tiempo que va a hacer, sino el clima que vamos a tener en los próximos años como consecuencia fundamentalmente de las emisiones de gases de efecto invernadero y del modelo económico que hemos tenido durante el último siglo.

Esto ha sido un reto nuevo. El tiempo es loco, cambiante y todo lo que tú quieras. Y su predicción es complicada más allá de unos pocos días y seguirá siéndolo siempre por esa incertidumbre que hay en las condiciones iniciales y por esa condición de no linealidad de las ecuaciones que gobiernan el tiempo.

Pero luego ha surgido el tema de proyectar el clima. Antes, el clima necesitaba miles o millones de años para cambiar, y ahora resulta que está cambiando con solo un siglo debido a las emisiones de gases de efecto invernadero.

En todos estos años ha vivido riadas, grandes incendios, nevadas históricas... ¿Hay algún episodio que se le haya quedado en la retina?

Las tormentas de verano son una de las características más importantes de Aragón por nuestra situación geográfica. Y si hay un episodio que ha marcado todos estos años ha sido el del 7 de agosto de 1996. Era un día de tormentas muy fuertes, enormes en el caso de Teruel, que destrozaron la cosecha del melocotón. Pero todo lo que pasó aquel día quedó eclipsado por la tormenta que se quedó enganchada en el barranco del Betés, en Biescas. Fueron más de 80 muertos los que hubo en el campin de Las Nieves. Si hay un episodio a recordar es ese, sin duda alguna.

"En Mora de Rubielos hemos llegado a tener granizo del tamaño de huevos de avestruz, y no exagero"

Más recientemente, estuvo a punto de rozarse la tragedia en Parque Venecia...

Ese día hubo también dos o tres tormentas muy fuertes, tornados en Alcañiz y una tormenta muy fuerte en Zaragoza algunas horas antes, pero ¿qué pasó? Pues que esa tormenta al sur de Zaragoza dejó no solo una precipitación intensa, sino que arrasó la parte de María de Huerva y la zona de La Cartuja.

Otro episodio a destacar se vivió en 2018, cuando se batió el récord de la racha de viento más fuerte en Aragón con 157 kilómetros por hora con un reventón seco en el aeropuerto. Las tormentas son, probablemente, uno de los fenómenos meteorológicos más significativos tanto por la precipitación intensa como por el granizo. En Mora de Rubielos lo hemos tenido del tamaño de huevos de avestruz, y no exagero. Luego están Filomena y Gloria, por supuesto. Esta última dejó nevadas de más de dos metros en zonas de Teruel, con pueblos aislados por la nieve sin luz ni teléfono.

Y también hemos tenido grandes incendios. La campaña de 2022 fue una de las peores. Ardieron más de 250.000 hectáreas en toda España y alrededor de 30.000 en Aragón. Fue impresionante.

"Con el nivel amarillo pueden pasar cosas, aunque no es lo normal. Con el naranja es casi seguro que pasen y con el rojo es seguro"

En los últimos días se está hablando mucho de la Aemet por su papel en la dana de Valencia. ¿Le duele todo lo que se está diciendo?

Nosotros hicimos lo que había que hacer. La predicción se hizo, el aviso era de nivel rojo. Cuando hay un aviso hay que respetarlo, y sobre todo si es de nivel rojo.

Ya simplemente con un aviso de nivel amarillo pueden pasar cosas, aunque no es lo normal. Con uno naranja es casi seguro que pasen y con uno rojo es seguro. Otra cosa es que, con las danas, las inundaciones no tienen por qué darse donde más llueve.

Claro que me duele, obviamente. Las danas las conocemos de hace muchísimos años. Antes lo llamábamos gota fría porque nos centrábamos en el aspecto térmico nada más. Yo viví la de Bilbao en el 83, Málaga en el 85, Gandía y Denia en el 87... En la década de los 80 hubo muchísimas danas como esta. En Bilbao hubo también muchos muertos.

Sabemos lo que es una dana, y es una cosa muy complicada. Con una dana no siempre tiene que pasar algo, hay veces que tienes una y no pasa nada. Cuando yo empecé, a veces no sabíamos ni 24 horas antes que podía haber una dana, porque es una situación en altura. Cuando tenemos una hay que estar muy alerta, porque puede montarse algo muy gordo como vimos en Valencia en octubre.