
Dos mujeres en un sofá utilizando el móvil y la tablet. Istock
El détox digital, la tendencia que siguen los jóvenes para establecer una relación sana con las nuevas tecnologías
Un estudio asegura que el 75,5% de la población española se ha propuesto utilizar menos el móvil y un 14,3% ha logrado mantener ese hábito.
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Los españoles, de acuerdo a diversos estudios, dedican una media de 5,45 horas navegando por internet y 3,23 horas frente a la televisión. Esto, explican desde el proyecto Bienestar Digital de ING, se traduce en que pasamos más horas mirando una pantalla que las empleadas para dormir.
Aunque si miramos a las últimas generaciones, la Z concretamente, esta cifra se eleva hasta las más de nueve horas diarias. El motivo, según indican, es el FOMO, o en otras palabras, el miedo a perderse algo (fear of missing out, por sus siglas en inglés). Y es que, aseguran, el 70% de las personas a nivel mundial sufre nomofobia, es decir, un miedo irracional a tener que estar un periodo de tiempo sin teléfono móvil.
Los españoles revisan sus smartphones entre 50 y 80 veces al día, aunque, de reducir esa cifra, se podría minimizar el estrés y padecer menos ansiedad. O, por lo menos, así lo explican Manuel Armayones, doctor en Psicología e investigador en la relación entre salud y el uso de tecnologías, y Esther Paniagua, periodista, autora y profesora especializada en el impacto social y ambiental de la digitalización.
Con el objetivo de poner fin a esta realidad, señala el Estudio Generacional SPCial sobre hábitos de desconexión digital de SPC, la marca española de electrónica, el 75,5% de la población española se ha propuesto seriamente usar menos el móvil. Por el momento, afirman, un 14,3% ha logrado mantener este hábito de forma permanente.
Dependencia tecnológica
Lo que en un principio surgía como una herramienta hacia la mejora de la calidad de vida y el bienestar diario, parece que ha terminado convirtiéndose en todo lo contrario. Consultar los perfiles de redes sociales, conectar con seres queridos a través de mensajería instantánea o realizar llamadas y videollamadas de forma constante han terminado por ser el enemigo número uno del siglo XXI.
Tanto es así que, dicen desde SPC, resulta complicado recordar "cómo era la vida sin una cuenta de Instagram, TikTok o Facebook". Y puede que este sea el motivo que está llevando a que los jóvenes valoren desconectar de las pantallas.
De acuerdo al estudio que han llevado a cabo en SPC, entrevistando a 1.000 españoles de entre 18 y 35 años, el 56,5% de los encuestados se ha planteado realizar un détox digital. De hecho, indican, 6 de cada 10 conoce a alguna persona que se ha sumado a esta tendencia.
Al fin y al cabo, explican, reducir el tiempo de exposición a estas nuevas tecnologías, lleva a "mejorar la calidad de vida y la salud mental". El 12,6% de quienes lo han puesto en marcha, añaden, ha tomado la decisión "para conectar con el mundo offline y crear conexiones reales con las personas".
Las medidas más comunes para estos casos serían la desinstalación de las aplicaciones de redes sociales (empleado por el 38% de los españoles) o controlar el tiempo de uso a través de las opciones que facilitan los propios smartphones. Aunque, si bien el 37% de los encuestados querrían optar por esta práctica, la realidad es que tan solo el 27,9% afirma comprobar este dato en sus dispositivos móviles.
Détox digital
Además de estas medidas existen otras, como podrían ser los dumbphones o teléfonos tontos. Se trata, cuentan desde SPC, de dispositivos con una experiencia de usuario menos compleja. Permiten estar conectados a través de llamadas y mensajes, pero sin la dependencia constante al resto de aplicaciones.
Por el momento, según han podido confirmar a raíz de su estudio, un 12,2% de la población ya ha optado por cambiar su smartphone por un teléfono sin internet. De hecho, un 19,5% de los entrevistados conoce a alguien que se ha pasado a esta tendencia en auge.
Estas herramientas, cuenta Jorge Flores, fundador de Pantallas Amigas y experto en uso saludable de la tecnología, "permiten a las personas elegir cuándo se quieren estar conectadas". En el caso de los más jóvenes, abre las posibilidades a "una experiencia nueva y de gran valor", mientras que para los adultos "es una oportunidad de retomar esa desconexión y ser un ejemplo positivo para los niños".
En ese sentido, los dumphones limitan las distracciones e interrupciones a lo realmente urgente, son sencillos de manejar y estimulan las alternativas de relación y entretenimiento no dependientes de internet.
En definitiva, explica Flores, son "una herramienta perfecta para aprender a seleccionar los momentos de desconexión para que lo sean de verdad y permitir a las generaciones más jóvenes que descubran la experiencia de vivir con menos compromisos y distracciones digitales".