Pedro Sánchez, Teresa Ribera y Salvador Illa en un acto preelectoral este sábado

Pedro Sánchez, Teresa Ribera y Salvador Illa en un acto preelectoral este sábado PSOE

Política ELECCIONES EUROPEAS 2024

"A Junts y ERC les hemos matado a besos, como a Podemos": el PSOE confía ya en ganar las europeas

Moncloa considera que el PP se ha quedado sin discurso sobre economía, Cataluña y gestión, tras la victoria de Illa el 12-M.

19 mayo, 2024 03:15

"Los hemos matado a besos, los matamos de amor, como hicimos con Podemos", aseguraba estos días un destacado miembro del equipo de Pedro Sánchez en referencia a la estrategia de pactos con Junts y ERC, que ha terminado por reducir a escombros a los independentistas en las elecciones catalanas del pasado domingo.

Este dirigente socialista hace una mueca con media sonrisa cuando se le responde que esa estrategia es la que mantiene el presidente del Gobierno también con Yolanda Díaz. Matarles de amor, de diálogo, de pactos y de reconciliaciones.

Sánchez ha asumido un gran coste electoral y un notable desgaste político con esa estrategia de acuerdos y de desinflamación en Cataluña, y ahora, por primera vez, encuentra argumentos para esgrimirlo incluso como arma de campaña para las europeas. Tiene un relato y, según fuentes del PSOE, ya no tienen que actuar a la defensiva como en los últimos meses.

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Sánchez logró un triple el pasado domingo en Cataluña: que Salvador Illa gane y pueda ser presidente, que el independentismo quede bajo mínimos y que el PSOE se refuerce para las europeas. Tanto, como que dirigentes del PSOE y miembros del Gobierno aseguran esta semana que tienen opciones de dar la vuelta a los pronósticos para las europeas y hasta ganarle al PP.

Los socialistas partían de encuestas de hace un mes que daban al PP ventajas de hasta 10 puntos, y ahora esa diferencia ha empezado a estrecharse, según esas fuentes.

Explican, además, que confían en que de nuevo el PP pinche en la campaña electoral, como hizo hace un año en las generales y en otras posteriores. "Al PP siempre se le hacen largas las campañas", corroboran veteranos exdirigentes populares.

La oportunidad para el PSOE es ahora debilitar a Feijóo que, precisamente, contaba con las elecciones europeas como una oportunidad única de cerrar con victoria el ciclo electoral y mostrar que es capaz de ganar de nuevo a los socialistas, y esta vez con mayor diferencia que en las generales de julio de 2023.

La euforia de Moncloa les lleva a recordar que en su etapa política Pedro Sánchez ya ha dejado en la cuneta a Albert Rivera, Pablo Iglesias, Pablo Casado y Pere Aragonès, entre otros. Sin tener en cuenta a sus rivales en las primarias socialistas como Susana Díaz o Eduardo Madina, y a Mariano Rajoy, al que derrotó en una moción de censura y le apeó de la Presidencia del Gobierno hasta sacarle de la carrera política. Es el largo reguero de caídos en batallas políticas con Sánchez.

Y estos días quedan a la espera Carles Puigdemont y Oriol Junqueras. Junts y ERC siguen teniendo los 14 votos que Sánchez necesita en el Congreso, pero ahora están en situación de debilidad y con sus respectivos líderes en trance de retiro de la política, lo que el PSOE exhibe como un triunfo político.

El botón de las generales

Además, los dos partidos independentistas han entrado en ebullición interna, con opciones de que en la nueva etapa que aborden estén comandados por otros dirigentes más posibilistas que entiendan que ahora sólo pueden hacer oposición en Cataluña y negociar en el Congreso, aparcando sus programas de máximos.

Porque Sánchez lo ha vuelto a hacer y ve explosionar a sus dos rivales en Cataluña, como antes vio a Podemos, a Ciudadanos y hasta al PP de Casado. Él ha conseguido mantener el PSOE agrupado en torno a su, a veces, desmedido hiperliderazgo.

Fuentes del Gobierno y del PSOE insisten en la idea de que Sánchez podrá mantener la legislatura, porque si aprueba a final de año los Presupuestos para 2025 tendrá asegurada medio mandato, casi hasta 2026, como mínimo.

Obviamente, aunque barajara disolver ya las Cortes, nunca lo admitiría, porque las convocatorias se anuncian por sorpresa y con el decreto ya en el BOE, como hizo hace un año tras el desastre en las municipales y autonómicas.

Fuentes no oficiales admiten que si el PP lograra una ventaja amplia en las europeas, próxima a los 10 puntos, sería complicado que Sánchez pensara en una convocatoria de generales en las que tendría las de perder.

Otra cosa es si la ventaja del PP es mínima (menos de cinco puntos) o si el PSOE remonta y puede ganar el 9 de junio, porque podría intentar aprovechar la debilidad de Feijóo y mejorar su resultado para poder gobernar con mayor margen de maniobra.

Pero esto sólo son especulaciones sin escuchar al líder socialista, porque si Sánchez siempre ha sido hermético, con sus cinco días de retiro demostró que puede serlo hasta la exageración y que no se fía de casi nadie de su equipo.

Moncloa sigue confiando en que Salvador Illa pueda gobernar con una investidura apoyada por ERC y, aunque le inquietan las peleas internas en este partido y las que puedan llegar en Junts, sigue considerando que a los dos partidos independentistas les sigue conviniendo que siga Sánchez, por la aplicación de la ley de amnistía y porque en Cataluña se rechaza un hipotético gobierno de PP y Vox.

Para las europeas, Moncloa diseña una campaña que ha empezado con las elecciones catalanas y la justificación de la amnistía, redondeando el argumento de que el socialista José Luis Rodríguez Zapatero acabó con ETA y Sánchez lo ha hecho frenando al independentismo catalán para al menos una generación.

Objetivo: debilitar a Feijóo

Explican que en otros países, como Francia, el éxito de la ultraderecha tiene que ver con la inmigración, mientras que en España sus dos argumentos fundamentales son la política territorial, sobre todo Cataluña, y el terrorismo de ETA. "Se les ha caído el último discurso", aseguró Sánchez el viernes en La Sexta.

La base de la campaña del PSOE sigue estos días con la exhibición de los buenos datos económicos, para ser inatacable desde ese flanco. Tendrá continuidad las próximas semanas con el reconocimiento de Palestina como Estado.

El debate del miércoles en el Congreso versará precisamente sobre Palestina y también sobre sus discutidos cinco días de retiro y las actividades de su esposa, Begoña Gómez. Pretende Moncloa, que sea una especie de Debate sobre el estado de la Nación que lance su campaña, favorecido por el formato que limita las intervenciones de la oposición.

El objetivo es seguir debilitando a Feijóo, para culminarlo en las urnas el 9 de junio.

En su estrategia, los socialistas siguen presentando a su candidata Teresa Ribera como futura comisaria europea, respetada en la UE, artífice de acuerdos en Bruselas como el energético y conocedora de la política europea.

Se completa con el mensaje de la necesidad de parar a la ultraderecha, como se hizo en las generales de 2023. Actos como el de Vox con el argentino Javier Milei en Madrid le sirven al PSOE para insistir en ese mensaje. Y le da respaldo argumental el retiro de cinco días de Sánchez.

Las elecciones europeas son siempre complicadas para los partidos que están en el Gobierno, y los socialistas admiten ahora la dificultad de movilizar a sus electores. Por eso, cogen al vuelo el peligro de la ultraderecha en toda Europa y consideran que les beneficia la manifestación que el PP ha convocado para el día 26, en el arranque de la campaña electoral.

Entre las causas de la manifestación, el PP incluye la amnistía, y los socialistas insisten en que les beneficia como argumento electoral, porque los populares no quisieron usarlo en la campaña catalana y, además, el resultado ha refrendado la estrategia de la reconciliación. "El PP ha vivido muy bien de la confrontación", según Sánchez.

Para las europeas, los socialistas dan por seguro también un mal resultado de Sumar, su socio de Gobierno de coalición. Y explican, resignados aunque molestos, que los de Yolanda Díaz buscarán cómo diferenciarse del PSOE y mirar hacia Podemos, como ha ocurrido con la polémica del carguero que, supuestamente, llevaba material bélico a Israel.