Cierre inesperado de una de las marcas más populares de conservas en Galicia: despiden a 18 trabajadores.
Cierre inesperado de una de las marcas más populares de conservas en Galicia: despiden a 18 trabajadores
La empresa ha clausurado su última fábrica, en Pontevedra, después de 60 años en activo.
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La histórica conservera gallega Rodríguez Pascual, conocida por su marca más famosa, 'La Coca', cierra sus puertas tras más de seis décadas de actividad. El cierre, anunciado este mismo lunes 17 de marzo, se debe a la jubilación de los propietarios, José y Ángel Rodríguez Cabaleiro, quienes han liderado la empresa desde 1979.
Fundada en 1961 en Redondela (Pontevedra) por José Rodríguez Largo bajo el nombre RODRÍGUEZ PASCUAL & Cía, S.L, fue pionera en la industria conservera de la región. A lo largo de su existencia, Rodríguez Pascual mantuvo una producción artesanal que le permitió ganar prestigio tanto a nivel nacional como internacional.
Sus productos, bajo las marcas 'La Coca', 'Marbela', 'Rajá' y 'Rodríguez Pascual', han estado presentes en 15 países diferentes (Francia, Reino Unido, Italia, Alemania, Estados Unidos, Puerto Rico, México...) y han abarcado más de 70 referencias, incluyendo atún, bonito, sardinas, caballas, almejas, navajas, zamburiñas y preparaciones especiales como huevas de erizo.
El adiós de esta fábrica representa la desaparición de la última conservera en funcionamiento en Redondela, marcando el fin de una tradición industrial que fue un pilar económico y cultural en la zona. Además, la clausura de la planta ha dejado sin empleo a 18 trabajadores, quienes estaban en un parón de actividad desde las pasadas Navidades.
Los productos de 'La Coca'.
El origen de la historia de 'La Coca' se remonta a otra fábrica anterior, Conservas JOB, fundada por José Otero Bilbao a principios del siglo XX. Tras su fallecimiento en 1921, la empresa pasó a manos de su hijo y su esposa, quienes en 1935 adquirieron la parcela 'El Merendero' en la playa de Cesantes (Redondela, Pontevedra), donde construyeron la fábrica de conservas. Posteriormente, la firma Rodríguez y Pascual adoptó la marca comercial 'La Coca', consolidándose como un referente en el sector.
La decisión de cerrar la fábrica ha generado sorpresa y tristeza entre la comunidad local y los consumidores habituales de sus productos. La empresa siempre ha sido reconocida por su compromiso con la calidad y la elaboración artesanal, manteniendo viva la tradición conservera gallega y adaptándose a las exigencias del mercado a lo largo de los años.
Esta despedida evidencia los desafíos que enfrenta la industria conservera en Galicia, especialmente en lo que respecta a la continuidad de negocios familiares y la adaptación a las cambiantes condiciones del mercado global.
