
Simon de Pury ha sido durante años el rey de las subastas internacionales
Simon de Pury, el Mick Jagger de las subastas: "He llegado a vender una hora en el gimnasio con Madonna"
El famoso subastador ha sido galardonado con el X Premio Internacional de Mecenazgo de la Fundación Callia por su contribución al arte y su labor como mecenas.
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Con apenas 27 años Simon de Pury (Basilea, Suiza, 1951) recibió una propuesta que cambiaría su trayectoria: el Barón Hans Heinrich Thyssen-Bornemisza le propuso ser el curador de su colección, entonces ubicada en Lugano. De Pury se trasladó a la ciudad italiana, donde se sumergió en el mundo de uno de los coleccionistas más apasionados de su tiempo y aquella época, admite, cimentó las bases de todo lo que vendría después.
"Gracias a él conocí a los directores de museos, comisarios y coleccionistas más destacados del momento", recuerda el subastador al que la Fundación Callia le ha otorgado su X Premio Internacional de Mecenazgo por su contribución al arte contemporáneo y su labor como mecenas. Hablamos con él poco antes de preparar su viaje a nuestro país, donde recogerá el galardón el próximo 3 de marzo y donde participará en las conversaciones de 'The Curator and the Artists', una iniciativa organizada también por Callia en colaboración con la Pollock-Krasner Foundation.
Apasionado del arte desde su juventud, su carrera empezó en la pequeña casa de subastas suiza Kornfeld. Pronto entró en el departamento de tasación de Sotheby's y, aunque su verdadero interés no estaba en los muebles ingleses que tasaba sino en la pintura de los siglos XIX y XX, aceptó el trabajo para estar rodeado de arte. Fue en los años 70 cuando comenzó a conducir sus primeras subastas, con un estilo serio, sentado y hablando en voz baja como marcaba la norma entonces.
Años después ejercería su propia revolución pero antes el Barón Hans Heinrich Thyssen-Bornemisza le pidió que trabajara con su colección: "Recuerdo con cariño mis años allí, sin él mi trayectoria no hubiera sido la misma en absoluto", asegura. Marcados por la contagiosa pasión del Barón Thyssen-Bornemisza hacia el arte, aquellos años entre 1979 y 1986 moldearon el espíritu de De Pury y transformaron su manera de ver y sentir el arte.
"Siento que, hagas lo que hagas, independientemente de si es una profesión artística o no, hay que hacerlo con verdadera pasión. La actitud es más importante que la habilidad; puedes ser muy hábil pero si no tienes la actitud correcta, puede que no llegues a nada", confiesa.
En 1986 Simon de Pury regresó a Sotheby’s para, ahora sí, revolucionar el mundo de las subastas. "Pensé que sería mucho mejor estar de pie porque se proyecta una energía muy diferente", asegura. Y esa energía es, precisamente, la que le ha valido el apodo de "el Mick Jagger de las subastas".
Consciente de que su estilo es "algo extravagante", su objetivo siempre ha sido entretener. "Muchas personas vienen a por uno o dos lotes y aun así tienen que quedarse durante toda la venta así que quiero que sea entretenido para todos. Por supuesto la tarea de un subastador es obtener el precio más alto posible en nombre del vendedor y es más probable lograrlo si creas un ambiente divertido y agradable", confirma.

Simon de Pury en acción, en una subasta. Foto: Schwarzenegger Climate Initiative
Pregunta. Llegó a ser presidente de Sotheby's para Europa antes de crear su propia empresa. ¿Qué le llevó a establecer su propia marca?
Respuesta. Todas las cosas en mi vida han sucedido por accidente. Trabajé dos veces para Sotheby's durante un total de 16 años y disfruté cada momento. Cuando dejé Sotheby's por segunda vez pensé que no volvería a trabajar en subastas. Sin embargo, en 2001 me ofrecieron la oportunidad, junto con mi socio comercial de entonces, de unirme a Phillips. Estuve 12 años allí y vendí la empresa a finales de 2012. De nuevo, todo fue por coincidencias, no había ningún plan.
P. A lo largo de los años ha establecido varios récords en el mundo del arte. ¿Hay alguno que recuerde en particular o que haya supuesto un reto?
R. Para mí, siempre es la próxima subasta la que presenta el mayor desafío, porque, a pesar de que llevo haciendo esto 100 años [ríe], me sigo poniendo muy nervioso. Por supuesto, he tenido el privilegio de batir muchos récords en diferentes categorías.
P. Como puente entre artistas, coleccionistas y el público, ha ayudado a lanzar las carreras de muchos artistas. ¿Cuáles recuerda con más emoción?
R. Admiro a Mark Bradford. Ninguna de sus obras se había vendido antes en subasta y lo colocamos directamente como el primer lote en una nocturna. Si no recuerdo mal, su primera obra se vendió por 180.000 dólares, lo cual era algo increíble para un artista que nunca había estado en una subasta antes. Su carrera ha ido de éxito en éxito desde entonces, pero hay una larga lista de artistas que introdujimos entre 2001 y 2012.
»Mi mayor orgullo es que muchos de esos artistas que introdujimos en el mercado secundario ahora se venden en las grandes subastas de Sotheby's, Christie's y Phillips. En cierto modo, fuimos creadores de tendencias para el mercado secundario. Pero los verdaderos protagonistas son, por supuesto, los marchantes y las galerías que exponen a los artistas por primera vez, que luchan por ellos e intentan establecerlos en el mercado.
P. Podemos decir, entonces, que es un creador de tendencias.
R. Jugamos un pequeño papel en ayudar a que algunos artistas se den a conocer.
Una hora con Madonna
P. Además de subastas de arte también ha realizado algunas ventas benéficas para las fundaciones de personalidades como Leonardo DiCaprio o Arnold Schwarzenegger. ¿Tiene alguna anécdota divertida que pueda compartir?
R. Una vez, me pidieron que subastara una hora en el gimnasio con Madonna. Hubo una persona que pujó con un millón de dólares. La persona que había perdido preguntó si también podía poner otro millón de dólares sobre la mesa. Pregunté si Madonna aceptaría dar una segunda sesión en el gimnasio pero ya no estaba así que Leonardo DiCaprio, que estaba allí, la llamó por teléfono y aceptó. Un tercero hizo lo mismo. Así que, al final, pasar una hora en el gimnasio con Madonna generó 3 millones de euros para la organización benéfica.
P. El mundo del arte ha cambiado significativamente en los últimos años. ¿Hay algún movimiento artístico en particular que le emocione o alguno que le preocupe?
R. Cuando hablamos de tendencias hay que tener en cuenta que estas pueden ser como una oleada y cuando termina, tal vez queden uno o dos artistas relevantes. Durante un tiempo la mayor parte del arte contemporáneo era un tipo de abstracción, ahora estamos en el extremo opuesto. La gran mayoría de los artistas emergentes están pintando en un estilo que yo llamaría neo-surrealista; es figurativo y bastante surrealista en espíritu. Y aunque hay artistas fabulosos , no creo que se deba dar demasiada importancia a las tendencias.
P. Sin embargo, la pintura y otras disciplinas más tradicionales mantienen el pulso. ¿Hay una vuelta a la tradición?
R. Algo interesante es que, con la revolución tecnológica, los artistas tienen más formas de expresarse. Se puede trabajar de manera digital, hacer videoarte o fotografía. Sin embargo, los medios clásicos como el óleo sobre lienzo, las obras en papel o técnicas como la cerámica o el trabajo textil están floreciendo. Estas técnicas atemporales, a pesar de todas las nuevas posibilidades, están mejor que nunca. Al mismo tiempo, estas conviven con otras técnicas.
»Hoy en día está aceptado que un artista experimente con diferentes estilos y disciplinas pero en mi juventud recuerdo que la gente desconfiaba de artistas como Gerhard Richter porque hacía tanto obra abstracta como figurativa. Antes tenías que estar encasillado en un único estilo, ahora se pueden explorar diferentes formas de expresión.

Simon de Pury conduciendo una subasta
Emocionante Madrid
P. Desde hace décadas trabaja en el mundo del arte y lo conoce muy bien, ¿qué le parece el panorama artístico español?
R. España ha dado a los artistas más importantes de todos los tiempos. Estoy obsesionado, por supuesto, con Picasso. Es impresionante la magnitud de su genialidad, y aunque creas que conoces su obra a fondo, siempre te sigue sorprendiendo. En este momento creo que Madrid está pasando por un periodo fantástico. Viajo por toda Europa y ahora mismo creo que Madrid es uno de los lugares más emocionantes a nivel artístico. Además, reúne el flujo de personas y coleccionistas de América Latina que han invertido en bienes en Madrid, y en España en general, y esto ha creado una escena cultural realmente dinámica.
P. Cuando pensamos en coleccionar, creemos que es para personas con un gran poder adquisitivo. ¿Qué le diría a alguien que quiere empezar su propia colección?
R. Creo que el instinto de coleccionar está profundamente arraigado en todos nosotros, aunque en algún momento lo dejamos de lado. Algo que todos los coleccionistas tienen en común es que, cuando tienes verdadera pasión, quieres comprar más y más. Y, eventualmente, llegas a un punto donde gastas un poco más allá de tus posibilidades económicas, sea cual sea tu nivel. Incluso los grandes coleccionistas suelen rozar sus límites porque el deseo de poseer algo es muy fuerte.
P. En este sentido, ¿hay algún coleccionista que admire especialmente?
R. Admiro enormemente a varios coleccionistas. Uno de ellos, y del que ya hemos hablado, es el Barón Thyssen. Otro coleccionista por el que tengo una enorme admiración es Leonard A. Lauder, el hijo de Estée Lauder. Lo que me fascina de su colección es que tiene un ojo increíble para todo. Puede comprar tanto pinturas impresionistas, un magnífico Matisse o un Klimt como armaduras medievales o dibujos de los maestros antiguos. Trabaja en diferentes áreas y, en cada una de ellas, busca lo mejor.
P. ¿Y alguno español?
R. En España hay coleccionistas maravillosos. Una colección que me fascina es la de Alicia Koplowitz. Tiene un gran refinamiento, una gran sofisticación y un ojo absolutamente fantástico para saber qué es bueno. Cuando ves una colección de ese calibre, te das cuenta de que en sí misma es una gran obra de arte.
P. Además de subastador, es también fotógrafo y DJ. ¿Cómo combina todas estas cosas en tu vida diaria?
R. Por suerte, hacer fotografías no requiere tiempo. Este año, durante Frieze, en octubre, voy a exponer en la galería Leica de Londres mis fotografías más recientes.
»En cuanto a ser DJ, desde adolescente he estado obsesionado con la música. Cuando cumplí 60 años decidí hacerme DJ. Es exactamente igual que conducir una subasta. Tienes que estar sintonizado con tu audiencia, no puedes preparar una lista de canciones sino que debes ajustarlo todo al instante. Si la gente deja la pista de baile significa que estás haciendo algo mal y tienes que reaccionar de inmediato. Es pura improvisación, igual que en las subastas.